martes, 7 de septiembre de 2010

Providencias para un mundo mejor

Rainer Tuñón C.


A través de la entrega general de los correos y telégrafos panameños llegó un paquete para Anastacio, un amigo y melómano que se mantiene actualizado en lo que hacen los músicos panameños en el mundo, en especial Rubén Blades y Danilo Pérez.


Del primero, me hizo llegar el enlace hacia un vídeo de Youtube que mostraba a un Blades experimentando, en el Luna Park de Argentina, con unos arreglos para tango de sus éxitos “Pablo Pueblo” y “Ligia Elena”, durante el cierre de la competencia de Tango Salón del Festival que organizó el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ante miles y miles de fanáticos del ritmo. Del segundo, me prestó su último disco titulado “Providencia” y me contó que tenerlo en su mano fue una odisea de marca mayor que al final, pese a sus críticas al servicio de correos, el paquete llegó a su destino.

Se trata del álbum debut de Pérez bajo el sello Mack Avenue Records y como el panameño lo describe: “Providencia es una manera de ver el futuro como reflejo de lo que decimos y hacemos en el presente”.

En este disco, Pérez acepta con sabiduría que todo lo que hace será asimilado por las siguientes generaciones, y por ello entrega una experiencia que compagina la versatilidad y dinamismo que caracteriza su obra con el constante sentido de aventura que imprime de manera permanente.

Para ello, se fundamenta en la estructura de su núcleo familiar, arguyendo que la paternidad nos cambia a todos. Como padre, se reta a proveer un mundo mejor para sus hijos y como autor, Danilo se plantea la posibilidad de seguir sembrando inquietudes musicales con tino y maestría.

En esta producción se hace acompañar de sus habituales compinches Ben Street y Adam Cruz, e invita a participar al extraordinario percusionista Jamey Haddad, al saxofonista Rudresh Mahanthappa y a Ernesto Díaz, junto con la vocalista portuguesa Sara Serpa.

Providencia inicia con las “Crónicas de Daniela”, sugerida como un espectáculo multidimensional que nos permite conocer en cierta medida cómo interpreta su cercanía hacia sus muchachas; sigue navegando por “Panamá Galáctica”, que nos traslada necesariamente hacia los momentos experimentales de su presente y luego se encuentra con dos piezas fundamentales en la historia musical panameña: “Historia de un amor”, de Carlos Eleta Almarán e “Irremediablemente Solo”, de Avelino Muñoz, con una versión refrescada, pues la había concebido en su disco debut.

“Bridge to life”, “The Oracle”, “Providence”, “Cobilla” y “The Maze” complementan este trabajo que representa un nuevo horizonte en la carrera de Danilo.

Si bien el disco se basa en el concepto de que todo lo que hacemos tiene un impacto en el universo, aterrizando en su resultado - luego de las horas en que me lo prestaron para disfrutarlo - nos encontramos con una obra que se centra en la posibilidad de tomar las providencias del caso para que vivamos en un mundo más espiritual y entusiasta, y en ello coincido.

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