Un amigo periodista se refirió a la celebración del Orgullo Gay como una fecha tan especial para él como lo son el Día del Padre, el Día de la Madre o el mes de la Patria. La noción básica de esta festividad parte del principio de que nadie debe avergonzarse de lo que es, sin importar su orientación o identidad sexual.
Cada 28 de junio se conmemora la fecha de una de las primeras manifestaciones mundiales del movimiento de liberación homosexual, que luego abre la puerta a lo que conocemos formalmente como LGBT (Lesbiana, Gay, Bisexual y Transexual), se extiende en el mundo, y este año hacemos un respetuoso acto de reflexión a propósito de uno de los peores atentados terroristas del mundo en los últimos años: la Masacre de Orlando, en donde murieron 50
personas y 53 resultaron heridas, en la discoteca
Pulse, que celebraba una "noche latina" con espectáculos de variedades.
Los obstáculos de esta comunidad han hecho que, incluso el Papa Francisco dijera que para él, la Iglesia Católica Romana y los cristianos en general deben pedir perdón a los homosexuales por la forma en que los trataron en el pasado.
Los obstáculos de esta comunidad han hecho que, incluso el Papa Francisco dijera que para él, la Iglesia Católica Romana y los cristianos en general deben pedir perdón a los homosexuales por la forma en que los trataron en el pasado.
En el mundo, aparecen naciones que más allá de ser percibidas como refugios seguros para la comunidad, suponen ser países cuyos niveles de tolerancia están por encima de nuestra manera de entender cómo deberíamos comportarnos en una sociedad para todos.
Señalan a Dinamarca, Canadá, Nueva Zelanda, Francia, Brasil, Uruguay, Estados Unidos, Sudáfrica, Reino Unido y España como países respetuosos de sus derechos como seres humanos.
Los estereotipos y la falta de tolerancia hacia su identidad y preferencia los hacen víctimas de maltrato tanto físico como emocional y espiritual.
El tema gay en el cine, no ha escapado a esta realidad. Su evolución se ha visto a través de la historia desde que en sus primeras manifestaciones al sujeto percibido como "alegre" se le daba un trato como amanerado, visto mayormente en el género de comedias, para luego ir cayendo en los clisés sociales que llevaban a ver al homosexual en el cine como gente perturbada, asesinos, suicidas o personajes marginados o relegados a la burla.
Hoy día, el movimiento LGTB ha tenido una miriada de oportunidades, sobre todo en el cine independiente, para que se conozcan sus historias y el enfoque que permita tener un criterio integrador sobre aspectos de nuestra sociedad.
"Mi nombre es Harvey Milk", de Gus Van Sant, por ejemplo, es uno de los mejores referentes actuales, en el cual la poderosa actuación de Sean Penn, quien ganó el Oscar por este trabajo, es acompañada por un sensible y extraordinario relato sobre el activismo político y la lucha por defender los derechos humanos en un momento histórico en donde la discriminación reinaba.
Un lamentable primer acercamiento se da con el filme silente "Lot en Sodoma", filme en blanco y negro de 1933 que presentaba a sátiros y depravados, posiblemente el cine mainstream norteamericano logró mostrar dos productos de impecable factura como "Filadelfia", de Jonathan Demme y "Secreto en la montaña", de Ang Lee, en donde se destaca la naturalidad de sus personajes.
El cine de la era dorada mostraba al "sissy" en sus producciones, sin embargo "Marruecos", con Marlene Dietrich fue inmediatamente poniendo los primeros sazones para el cambio de paradigmas.
En los años 50, la percepción de Hollywood frente al tema gay se puede analizar si entendemos el contexto de "Té y simpatía", en el cual una familia trata de quitarle el amaneramiento al hijo para que no se le tilde de homosexual.
En el cine europeo de los años 60 se destacaría Roman Polanski con su comedia "El baile de los vampiros" en donde al protagonista lo persigue un vampiro loco por él; mientras que en británico, "Víctima" (1961), con Dick Bordage, se considera como la primera cinta en emplear la palabra homosexual en el Reino Unido, que consideraba como delito tener esta preferencia sexual.
En Alemania, Rainer Werner Fassbinder construía historias a partir de las dependencias y la dominación/sumisión de alguno de sus personajes, siendo muy posicionada su película "La ley del más fuerte" (1974).
En los Estados Unidos, uno de los filmes más revolucionarios que muestra la apertura en estas temáticas lo aporta William Friedkin, realizador de "Contacto en Francia" y "El Exorcista" al desarrollar "Los chicos de la banda", que aunque tenía una visión estereotipada de la comunidad, tenía un final distinto a los que el público acostumbraba ver cundo hacía películas con personajes gay.
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Los chicos de la banda |
Por su parte, el alemán Frank Ripploh, hizo un film explícito titulado "Taxi zum Klo" (1981), sobre escapadas sexuales.
Para entender mejor, dentro del contexto cinematográfico la evolución del cambio, vale la pena ver "El celuloide oculto" (1995), un documental que muestra este relevante aspecto sociológico desde el mundo del cine.
Entre tantas referencias del cine y su enfoque hacia el análisis del homosexualismo, existen títulos imprescindibles, entre ellos:
Bent (1997), con Lothaire Bluteau, Clive Owen y Mick Jagger, sobre víctimas gay del régimen nazi en un campo de concentración.
The Crying Game (1992), de Neil Jordan, que refleja el conflicto interno de un voluntario del IRA que se hace amigo de un prisionero y este le pide que cuide de su novia si algo le llegara a pasar.
Happy Together (1997), de Wong Kar-wai, con las actuaciones magistrales de Tony Leung Chiu Wai, Chen Chang y Leslie Cheung.
El banquete de boda (1993), de Ang Lee, quien también hizo "Secreto en la montaña".
Longtime companion (1989), con Dermot Mulroney y Bruce Davison, uno de los primeros filmes en abordar el tema del SIDA con valentía.
Beginners (2011), una comedia dramática con Ewan McGregor y Christopher Plummer, sobre un hijo que entra en shock al ser informado que su papá está muy enfermo y además tiene un joven amante.
Priest (1994), de Antonia Bird, que trata el homosexualismo en un cura católico.
Dioses y monstruos (1998), con Ian McKellen y Brendan Fraser, que narra los últimos días del director de cine James Whale.
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Dioses y monstruos |
Oraciones para Bobby (2009), con Sigourney Weaver, drama sobre una mujer que se niega a aceptar la orientación sexual de su hijo y debe lidiar con la culpa tras su suicidio.
Ángeles en America (2003), la miniserie con Al Pacino, Meryl Streep y Emma Thompson.
Misterious Skin (2004), de Gregg Araki, con Joseph Gordon-Levitt.
La jaula de los pájaros (1996), de Mike Michols, con Robin Williams y Nathan Lane, remake del filme francés, que en tono de comedia nos brinda una lección sobre amor y familia.
Fresa y Chocolate (1994), película cubana nominada al Oscar con Jorge Perrugorría.
My beautiful Laundrette (1985), con Daniel Day-Lewis, en una relación sentimental con un joven hindú.
Priscilla, reína del desierto (1994), con Guy Pearce y Terence Stamp, en la cual dos reinas drag y un transexual cambian la vida de las personas.
La ley del deseo (1987), poderoso drama sexual de Pedro Almodóvar, con Antonio Banderas.
Shelter (2007), con Trevor Wright y Brad Rowe sobre un romance gay, en la cual el protagonista examina sus decisiones para hacerse cargo de su familia mientras se enamora del hermano de su mejor amigo.
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Plata Quemada |
Plata Quemada (2000), de Marcelo Piñeyro, basada en un caso de la vida real por un robo que sale mal y la huida de los socios y amantes conocidos como los "mellizos" de Argentina a Uruguay.
Maurice (1987), basada en la novela de E.M. Forster, con Hugh Grant, sobre un romance homosexual en un colegio de Cambridge.
Transamérica (2005), con Felicity Huffman, sobre un hombre que en plana decisión de cambio de sexo, debe atender a su hijo con problemas.
Victor/Victoria (1982), extraordinaria comedia de Blake Edwards con Julie Andrews, James Garner y Robert Preston, sobre una talentosa soprano que sólo consigue trabajo haciéndose pasar por un hombre en el escenario.