jueves, 15 de julio de 2010

La moda de “Volver al Futuro”

Rainer Tuñón C.

En estas semanas, mientras se disfrutaba de la fiebre del mundial de fútbol, desde las blackberrys de muchos nostálgicos de los años ochenta salió un mensaje revelador: el 5 de julio del año 2010 sería el día en que viajaría Marty McFly (Michael J. Fox) desde 1985 para enfrentarse a sí mismo y a su némesis, “Biff” Tannen; sin embargo, luego de una revisada a la colección de películas en DVD, nos dimos cuenta que eso sucedería dentro de cinco años más tarde.

También, el 6 de julio de este año sería la fecha programada por la máquina del tiempo del Doc Brown (Christopher Lloyd) en el primer viaje realizado por Marty McFly en la primera de la saga.

Lo curioso es que se celebran 25 años de esta extraordinaria aventura dirigida por Robert Zemeckis (ganador del Oscar por Forrest Gump) y ello nos ha motivado a revisar aquellas maravillas tecnológicas que se propusieron y que hoy día son realidad, por ejemplo: las videoconferencias que ahora podemos hacer vía Messenger, Skype o definitivamente a través de sistemas Polycom, en donde podemos recibir altas recomendaciones de nuestros jefes desde otros países, clases magistrales con profesores especializados y hasta despidos inmediatos o aumentos de trabajo (…ojalá de salarios).



De hecho, la película narra las peripecias de un adolescente que accidentalmente es enviado al pasado y pone en peligro su propia existencia mientras intenta regresar al futuro.



El éxito de esta cinta provocó la producción de dos películas más que completaron una de las series más entretenidas que ha entregado la historia del cine para los fanáticos.



Otro de los adelantos tecnológicos que vimos en la segunda parte de “Volver al futuro” eran las pantallas grandes de televisión. Hoy día son una realidad gracias a las pantallas de proyección, y los plasma, en donde incluso podemos ver una multiplicidad de canales en una misma pantalla.



Asimismo, podemos tener acceso a la utilización de videojuegos sin usar las manos, las zapatillas “pump” (en realidad eran más de la mova en los años noventa) y controles biométricos para entrar en nuestras casas para garantizar un poco más de seguridad.



Pero, ¿qué nos hizo falta de esa visión futurista? Las patinetas voladoras, los autos voladores, el famoso Mr. Fusión, la ropa “auto ajustable” y los hidratantes de comidas, aunque definitivamente no echaremos de menos que la película “Tiburón” tenga más de diez secuelas, como intentaba profetizar Spielberg como productor de esta inolvidable saga.

Marcas que se imponen en las películas

Rainer Tuñón C.

Los eternos Buzz Lightyear y Woody son personajes reconocidos gracias a “Toy Story”, pero la tercera parte de esta exitosa serie de Disney/Pixar atrae nuestra atención hacia una muy potable práctica que en comunicación se reconoce como “posicionamiento de marca” a través del “cameo”. Basta detenerse entre cuadros para recibir las influencias de Apple, Corvette, e Bay, Fisher-Price, Monopolio, GI Joe, Barbie, Super Glue o el famoso señor Cabeza de Papa durante esta graciosa cinta animada.

El “cameo” se define como la aparición breve de una persona famosa como figurante durante un filme o en alguna escena clave; sin embargo, desde la perspectiva de la comunicación hay quienes ven en ello la gran oportunidad para promocionar productos o presentar ofertas innovadoras, y encuentran en el posicionamiento de productos la mejor alianza para que hagan sus “cameos”.

El antecedente del posicionamiento de productos reposa en la propaganda indirecta que aturdía las mentes durante la II Guerra Mundial. En la actualidad, se hace más evidente con la inundación de marcas en cine, teatro, televisión e internet.

Hoy día, es común ver en las pantallas innovaciones publicitarias creadas específicamente para filmes, siendo llamativas las referencias en películas de gran perfil como “Kick-Ass”, “El día de los enamorados”, “Pesadilla en la calle Elm”, “Avatar”, “Eclipse”, “2012”, “Zombieland” o “Transformers”.

Un caso interesante se puede percibir rápidamente si observamos todo lo que ocurre en “Iron Man 2” cuando desfilan Apple, Arai, Audi, Boy Scouts, Bridgestone, Chevrolet, Claridge, CNN, Cohiba, Crocs, C-SPAN, Dell, Dick's Sporting Goods, Dom Perignon, Dr. Pepper, Everlast, Ferrari, Forbes, Fortune, Google, Hotel de Paris, Initium, Jaeger-LeCoultre, JBL, Johnnie Walker, Kodak, LG, Lincoln, Lincoln Electric, Los Angeles Times, Louis Vuitton, Martini & Rossi, Montecristo, MSNBC, Oracle, Pirelli,  Rolling Stone, Rolls Royce, Sama, Snap-on, Sparco, Starbucks, Texaco, The Coffee Bean and Tea Leaf, Time, Ty Nant, U.S. Air Force, U.S. Army, U.S. Marine Corps, U.S. Navy, Vanity Fair, Wired y YouTube, entre las proezas irreverentes del señor Stark.

Ahora, veamos otro ejemplo interesante de posicionamiento de marcas que se imponen por encima de los productos que quieren hacer sus cameos. La nueva versión de “The Karate Kid”, fácilmente posiciona a Jaden - hijo de Will Smith - , China como una nación con creciente impacto turístico y al Kung-Fu como marcas relevantes por encima de adidas, Air China, Audi, Converse, Detroit Lions, Detroit Tigers, Fox Racing, Häagen-Dazs, Los Angeles Lakers, Nike, Sony, Bob Esponja, Taito Station y Volkswagen, que se esmeraron por salir y ser vistas.

El Monstruo Leñador, asesino de sicópatas

Rainer Tuñón C. La navegación sin rumbo fijo entre títulos del catálogo de Netflix nos lleva a encontrarnos con inusitadas curiosidades. Apa...