Rainer Tuñón C.
En estas semanas, mientras se disfrutaba de la fiebre del mundial de fútbol, desde las blackberrys de muchos nostálgicos de los años ochenta salió un mensaje revelador: el 5 de julio del año 2010 sería el día en que viajaría Marty McFly (Michael J. Fox) desde 1985 para enfrentarse a sí mismo y a su némesis, “Biff” Tannen; sin embargo, luego de una revisada a la colección de películas en DVD, nos dimos cuenta que eso sucedería dentro de cinco años más tarde.
También, el 6 de julio de este año sería la fecha programada por la máquina del tiempo del Doc Brown (Christopher Lloyd) en el primer viaje realizado por Marty McFly en la primera de la saga.
Lo curioso es que se celebran 25 años de esta extraordinaria aventura dirigida por Robert Zemeckis (ganador del Oscar por Forrest Gump) y ello nos ha motivado a revisar aquellas maravillas tecnológicas que se propusieron y que hoy día son realidad, por ejemplo: las videoconferencias que ahora podemos hacer vía Messenger, Skype o definitivamente a través de sistemas Polycom, en donde podemos recibir altas recomendaciones de nuestros jefes desde otros países, clases magistrales con profesores especializados y hasta despidos inmediatos o aumentos de trabajo (…ojalá de salarios).
De hecho, la película narra las peripecias de un adolescente que accidentalmente es enviado al pasado y pone en peligro su propia existencia mientras intenta regresar al futuro.
El éxito de esta cinta provocó la producción de dos películas más que completaron una de las series más entretenidas que ha entregado la historia del cine para los fanáticos.
Otro de los adelantos tecnológicos que vimos en la segunda parte de “Volver al futuro” eran las pantallas grandes de televisión. Hoy día son una realidad gracias a las pantallas de proyección, y los plasma, en donde incluso podemos ver una multiplicidad de canales en una misma pantalla.
Asimismo, podemos tener acceso a la utilización de videojuegos sin usar las manos, las zapatillas “pump” (en realidad eran más de la mova en los años noventa) y controles biométricos para entrar en nuestras casas para garantizar un poco más de seguridad.
Pero, ¿qué nos hizo falta de esa visión futurista? Las patinetas voladoras, los autos voladores, el famoso Mr. Fusión, la ropa “auto ajustable” y los hidratantes de comidas, aunque definitivamente no echaremos de menos que la película “Tiburón” tenga más de diez secuelas, como intentaba profetizar Spielberg como productor de esta inolvidable saga.
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