Rainer Tuñón C.
En la recta final
del año 2012 siempre viene la pregunta del cinéfilo: ¿Qué es lo mejor y lo peor
que has visto desde el mes de enero? Por lo mejor, la respuesta se hace sencilla al describir las experiencias cinematográficas más
agradables en estos doce meses, entre ellas: el prodigio de “El Artista”, ganadora del Oscar como
mejor Película del Año, y que lamentablemente tuvo un paso efímero por las
pantallas locales, así como también todo lo programado durante el pasado
Festival Internacional de Cine de Panamá (IFF Panamá), que en para el mes de
abril del 2013 ajustará un año más de existencia.
Siendo justos, demos una repasada por los mejores títulos vistos hasta la fecha, entre ellos: “Tenemos que hablar de Kevin”, un poderoso drama de Lynne Ramsay que se enfoca en las masacres escolares. Tilda Swinton y John C. Rilley son los protagonistas de esta adaptación del libro de Lionel Shriver.
Un buen amigo "birrioso" de películas, Noel Sánchez de Obaldía, se me acercó para avisarme de una buena comedia negra con otro tema muy actual y similar al anterior titulado "Dios Bendiga a América" / ("God Bless America"), escrita y dirigida por el comediante Bobcat Goldthwait (si recuerdan a Zed, el de las películas de Locademia de Policía).
Recomendación satisfactoria y muy reflexiva dado el tratamiento que utiliza la violencia para dar en el clavo al identificar a los agentes que promueven el comportamiento inmoralidad de la cultura pop, defendiendo al mismo tiempo la pérdida irreparable de ciertos valores gracias a la influencia de los medios masivos de comunicación utilizados fuera de su contexto ideal.
Así, el ejercicio fílmico de Bobcat, aunque a veces exagerado y sin mayor congruencia, sirve al propósito del director al mostrar -a punta de pistola- el camino de no retorno al cual estamos yendo como sociedad de consumo.
En el rubro del cine comercial, han caído
agradables sorpresas que mezclan calidad con impacto al público a través de los
recursos que invierten en efectos especiales, de sonido e historias bien
contadas. Sólo con los ejemplos de Los Vengadores (dirigida por Joss Whedon); Salvajes (de Oliver Stone),
Paranorman (de Chris Butler y Sam Fell), Skyfall (de Sam Mendes), Batman, el caballero de la noche asciende
(de Christopher Nolan), Frankenweenie (de Tim Burton) y la bien ponderada
Looper (de Rian Johnson), tenemos suficientes motivos para explicar que este
año ha sido bueno para el cine taquillero de buena factura.
Ahora, dos menciones muy especiales van para los filmes JCVD, extraordinario ejercicio de catarsis del belga Jean Claude Van Damme, interpretándose a él mismo metido en líos de dinero, custodia de sus hijas y para colmo de males en un robo a mano armada en una estafeta de correos, que se estrenó hace algunos años, pero pude ver vía Netflix, y una una joya de Indonesia llamada The Raid, sobre la arriesgada operación de un escuadron tipo SWAT en Jakarta que ingresa a un edificio lleno de los más peligrosos delincuentes, con el propósito de arrestar al líder de una pandilla criminal (está disponible para alquiles en Blockbuster).
Entonces, si me preguntaran: ¿cuáles han sido las dos mejores cintas que he visto en lo que va de año?, debo compartir que Argo, de Ben Affleck (pésimo actor convertido en extraordinario realizador), basada en la inverosímil historia real sobre cómo la CIA se inventa la producción de una película de ciencia ficción ambientada en Irán, engañando al mismo establishment de Hollywood y al gobierno iraní en plena crisis posterior al derrocamiento del Sha, para evacuar a seis diplomáticos escondidos en la residencia del embajador de Canadá, y Amigos, una extraordinaria comedia dramática francesa que narra con buen humor y mucha humanidad la relación entre un tetrapléjico ricachón y un senegalés ex convicto que contrata como su ayudante, también basada en hechos reales, son las dos películas que más he disfrutado en este año.
¿Lo peor?
Ni modo, en el repaso me acordé que las comedias y dramas romanticones se destacaron. Si se aburrieron con “The Lucky One”, de Scott Hicks (aquel que hizo la extraordinaria “Claroscuro”, que le valió el Oscar a Geoffrey Rush), a lo mejor sintieron algo de pena ajena con la insulsa ¿Qué esperar cuando estás esperando?, salieron de la sala con aquella ridícula comedia de acción protagonizada por Katherine Heigel, titulada “One for de money” o como yo, cerramos el capítulo del inolvidable cine Alhambra de Vía España viendo aquella desubicada comedia de espías “Esto es guerra”.
Por el área infantil, “The Lorax”, basada en la obra de Dr. Seuss y la comedia con Eddie Murphy “Mil palabras” fueron el abre bocas para más adelante disfrutar de un sonado fracaso de taquilla titulado “John Carter”.
Eso sí, a mi criterio, las dos peores películas vistas en lo que va del año son: “El
legado Bourne”, por tener tan altas expectativas de la saga (con un aceptable
Jeremy Renner en el protagónico) y recibir tan poco que me llevó al sueño
profundo y al despertar abruptamente, me provocó una salida inmediata de la
sala, sólo a los 40 minutos de iniciado el filme, y definitivamente un
thriller sobre secuestros titulado "12 horas / "“Gone”, del brasileño Heitor Dhalia, con la bellísima Amanda Seyfried,
que lamentablemente se iba desplomando en caída libre conforme avanzaba el
relato.
Claro, hay placeres culposos que se pasearon por aquella delgada línea
entre lo bueno y lo malo: "Cristiada", por los momentos en que Peter
O¨Toole aparecía (no por Rubén Blades ehhh); “La cabaña del terror”, por
mezclar comedia, horror y apocalipsis con un alto sentido del sarcasmo; "Battleship",
que funcionó a la perfección si te olvidas de su guión, los clisés del género
de ciencia ficción, la propaganda militar incluida y las pobres actuaciones de
la mayoría del elenco; la tercera parte de "Hombres de Negro", cuyo
final arregla todo lo malo que apreciemos desde que inició este enredo que
tardó más de diez años en hacerse y por supuesto la segunda parte de "Los Mercenarios", con Sylvester Stallone y un batallón de estrellas del cine de acción, en la cual Chuck Norris y Jean Claude Van Damme se roban el show.
Finaliza el año 2012 y vienen los estrenos de la temporada de festivales, círculo de críticos y por supuesto los Globos de Oro y los Premios de la Academia de Ciencias y artes Cinematográficas de los Estados Unidos, así
que la oferta en las salas de cine de la ciudad mejorará para las siguientes
semanas.