miércoles, 28 de julio de 2010

Bronson y la verdadera acción

Rainer Tuñón Cantillo

Hace algunos días conversaba con los colegas sobre las mejores películas de acción y coincidimos en que “48 Horas”, “Depredador”, “Aliens”, “Arma Mortal” y “Duro de Matar” son los clásicos por excelencia de los años ochenta, pero “Búsqueda Implacable”, “Se Busca”, “Misión Imposible 3” y “El Transportador” se convierten en los nuevos integrantes de este máximo listado.

“Ninguna como las de Charles Bronson”, decían compañeros periodistas, arguyendo todo lo que este “caradura” del cine aportó en los sesenta, setenta y parte de los ochenta, época dominada por Mel Gibson, Bruce Willis, Jean Claude Van Damme, Steven Seagal, Nick Nolte, Arnold Schwarzennegger, Sylvester Stallone y Chuck Norris.

Bronson debe estar en el salón de la fama de este género, entre “pesos pesados” como Edward G. Robinson, James Cagney, James Coburn, Steve Mcqueen, Lee Marvin y Clint Eastwood.

A finales de los sesenta, “Erase una vez en el oeste” (1968), de Sergio Leone, era la película de Bronson. Tenía más de cuarenta y gracias a este filme (iba a ser el protagonista de los clásicos del western spaghetti de Clint Eastwood, pero declinó por diferencias creativas con Leone), adquirió fama.

Es innegable que la dupla entre James Coburn y Bronson para “Hard Times” (1976) convirtió a este primer filme de Walter Hill en un clásico del cine de peleas callejeras. Era considerada como la mejor película para los no creyentes en Bronson.

Este año Jason Statham, la nueva estrella de acción gracias a “El Transportador” y “Crank” revive un clásico llamado “The Mechanic” (1972). Allí Bronson era Bishop un asesino a sueldo que decide enseñar sus trucos a un aprendiz (Jean Michael Vincent) que luego decide eliminar a su maestro. El filme es una pieza de colección en el cine de intriga y acción.

Ahora veamos “El búfalo blanco” (1977), un híbrido de cine del oeste con el estilo de King Kong o Moby Dick, sobre un pistolero que sueña con matar a un enorme búfalo albino, o uno de sus clásicos al ocaso de su carrera, titulada “La ley de Murphy” (1986), en donde interpretaba a un veterano policía acusado de matar a su ex esposa.

El cénit de su carrera se dio en 1974 gracias a “El vengador anónimo”, interpretando a Paul Kersey, un vigilante callejero. Tal fue la fama de este filme que le siguieron cuatro secuelas, de menor factura.

Bronson era una gran estrella de acción, y de su carrera rescatemos “El Temible St. Ives”, “El gran escape”, “Los doce del patíbulo”, “10 para la medianoche”, “The Valacci Papers”, “Citta Violenta”, “La tierra de Chato”, “Chino” y definitivamente “Mr. Majestick”.

No hay comentarios:

El Monstruo Leñador, asesino de sicópatas

Rainer Tuñón C. La navegación sin rumbo fijo entre títulos del catálogo de Netflix nos lleva a encontrarnos con inusitadas curiosidades. Apa...