Rainer Tuñón C.
Algunos “birriosos” del cine recuerdan los días de El tesoro de las cuatro coronas, la tercera parte de Martes 13 o la tercera parte de Tiburón, cuando al espectador recibía unos lentes que cubrían un ojo con celofán rojo transparente y el otro ojo con uno de color azul. Esas gafas de cartón daban una sensación tridimensional que por ratos mareaba, pero se sentía increíble.
La anécdota suena poco divertida para un niño de ocho a doce años, en la actualidad, porque ahora existe lo digital 3D, una tecnología que simula el efecto que se produce en el ojo mientras percibe un objeto tridimensional real porque el proyector de cine ahora reproduce las imágenes del ojo izquierdo y derecho a 144 cuadros por segundo, intercaladamente.
Dicho esto, y aprovechando las ventajas tecnológicas, los estudios de cine han desempolvado sus clásicos para ofrecer a los espectadores una adecuada visión de su obra en un formato que los traslade nuevamente a esos universos, pero con mayor sensación de toque de realidad.
Disney lo hizo con El Rey León y La bella y la Bestia; James Cameron hará lo propio hundiendo nuevamente al Titanic, pero para George Lucas supone un interesante hito esto de refrescar su historia de Star Wars una y otra vez.
Este año presenta los episodios contados desde La Amenaza Fantasma hasta el retorno del Jedi, pero agrega aquellos efectos y adecuaciones que en tercera dimensión harán que las nuevas generaciones validen lo que ya han experimentado con la teleserie La Guerra de los Clones, y que las generaciones tradicionales puedan volver a disfrutar del inicio de la saga más influyente en el terreno de la ciencia ficción cinematográfica.
Para quienes no conocen mucho de la historia, nos ubicamos en los tiempos desordenados de La República. Hay fuertes negociaciones sobre el tema de impuestos sobre las rutas comerciales y la Federación del Comercio ha detenido todo envío de mercancías al planeta Naboo, cerrando las rutas con numerosas naves de batalla. En ese aparente caos comercial, el caballero Jedi Qui Gon Jinn y su joven padawan Obi Wan Kenobi encuentran a un niño llamado Anakin Skywalker, quien tiene mucha “fuerza”, en el planeta Tatooine.
Este es el inicio de una historia que ha sido transmitida de generación a generación por el poderoso componente cultural que imprimió George Lucas desde 1977 gracias a la magia del cine.
La novedad está en contar la historia con todos aquellos cambios que la tecnología 3D puede ofrecer, para que los fanáticos perciban Star Wars con una sensación más cercana a su propia realidad, a pesar
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