viernes, 3 de febrero de 2012

De vuelta al centro de la Tierra

Rainer Tuñón C.


Los viajes al centro de la tierra se hacen cada vez más divertidos gracias a los avances tecnológicos que son empleados al servicio de los millones de fanáticos de todo el mundo que quedan asombrados sobre cómo la tercera dimensión aporta sustancialmente aquello que en la imaginación se quedaba grabado al finalizar la lectura de un clásico por excelencia de Julio Verne: Voyage au centre de la Terre.
Verne, junto con HG Wells son considerados como los padres de la ciencia ficción, y hasta la fecha el francés se mantiene como uno de los autores más traducidos en la historia, pues todos sus libros son un innegable legado para entender el presente, pasado y futuro de la sociedad desde la mirada científica de un visionario que hace más de 100 años predijo mundos, avances tecnológicos y comportamientos que hemos asumido a través de nuestra vida cotidiana.
Hacia 1864, escribió sobre la expedición de un profesor de mineraolgía, su sobrino y un guía al interior del globo para meternos directamente al centro de la Tierra.
95 años más tarde, con el amor del cine hacia todo lo que Verne produjo, se hizo, posiblemente, la mejor versión de cine para este hermoso clásico literario.
Bajo la dirección de Henry Levin, Pat Boone y James Mason, maravillaron a generaciones enteras recordando las peripecias del profesor Lidenbrock cuando llega a su mano el manuscrito del Arne Sakuusen, en donde confirma ese fantástico viaje al centro de la Tierra.
Con los avances de la tecnología aplicada al cine, los estudios Walden Media (Crónicas de Narnia) deciden recrear esos mundos de Verne, aportando la magia del 3D, y el resultado fue un inusitado éxito de taquillas hace cuatro años que logró recaudaciones superiores a los 250 millones de dólares en todo el mundo.
Claro está, para esta producción se aprovechó el uso de una tecnología denominada Real D Cine, que es un sistema de proyección de cine en tres dimensiones que utiliza un solo proyector. Con el estreno de la cinta animada de Disney, Chicken Little, se aplicó por primera vez esta innovación.
La historia, dirigida por Eric Brevig, tuvo ciertas modificaciones y el público conoció al geólogo Trevor Anderson (Brendan Fraser) cuya investigación sobre la desaparición de su hermano lo lleva a descubrir que el libro de Verne está basado en hechos reales. Inicia la aventura con él y su sobrino, no sin antes tropezarse con la maravillosa flora y fauna de ese inusitado lugar.
Este año regresa la aventura con la secuela del filme que nos muestra a Sean Anderson (Josh Hutcherson), único personaje que repite su participación, buscando a su abuelo (Michael Caine), junto con su padrastro (Dwayne Johnson), dentro de un mundo con extrañas formas de vida, montañas de oro, impresionantes volcanes y la gran aventura.
De esta manera, encontraremos una cinta que resulta ser una mezcla interesante entre La isla del Tesoro, de Robert Louis Stevenson, Los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift y el estilo de Verne, pues su guión se basa en la historia Viajes misteriorsos: El mapa perdido de la Isla del Tesoro.
Brad Peyton , el director de la comedia infantil Como perros y gatos: La venganza de Kitty Galore, sustituye a Brevig para esta secuela, que además cuenta con las actuaciones de Kristin Davis, Luis Guzmán y Vanessa Hudgens.

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