sábado, 27 de julio de 2013

Cuando los Nobles arrasan con ganas


Rainer Tuñón C.

La premisa del filme mexicano "Nosotros los Nobles" es sencilla. Papá poderoso finge estar en bancarrota para dar lección de vida a sus caprichosos hijitos. La lección, aprendida. Vástagos caprichositos aprenden a trompadas que hay que defenderse en la vida con lo que tengan y, de paso, dan lección de humanidad a poderoso papá.

El resultado de este ejercicio se resume en la alegría de más de 7 millones de personas -sólo en México - que reventaron la piñata de la taquilla que normalmente se entrega a las películas estadounidenses gracias a una comedia ligera, pero con mucho corazón, tras recaudar los nada despreciables 24 millones de dólares para una película que costó cerca de 2 millones de dólares e invirtió un millón más para publicidad y mercadeo.

¿Cómo lo lograron? Con un buen producto, gente enfocada en aquello de "ganar-ganar", tremendo golpe de marketing que incluyó lo viral, la guerrilla, lo comunitario del mundo digital, las redes sociales y "tantito" más de suerte.

La edición mexicana de la revista Forbes, una de las más influyentes en el mundo de los negocios en la región, dedicó un análisis a lo que consideraron "un éxito inesperado", resaltando que la película "terminó por convertirse en un hito comercial en el cine mexicano".

Detrás de "Nosotros los Nobles", las películas más taquilleras del cine mexicano son: "El crimen del padre Amaro", de Carlos Carrera, con Gael García Bernal y Ana Claudia Talencón y "Una película de huevos", con la voz de Bruno Bichir, así como "Rudo y cursi", con Diego Luna y García Bernal.

El filme recaudó más de 340 millones de pesos mexicanos.
La historia, protagonizada por el veterano y muy respetado actor Gonzalo Vega ("Cuna de lobos"), nos lleva a conocer al patriarca viudo de una familia adinerada, que compensó el dolor de la pérdida consintiendo a sus tres hijos.

Pasaron los años y al darse cuenta de que sus muchachos son el estereotipo de los chiquillos ricachones que se ven en "jet-set", arma un plan de emergencia para que ellos entiendan de la manera más dura que todo en la vida se consigue con esfuerzo y sacrificio.

Con una mezcla de comedias a la "Trading Places" de John Landis, aquella que hicieron Dan Aykroyd, Jamie Lee Curtis y Eddie Murphy, algunas pizcas de "Greedy" de Jonathan Lynn, con Kirk Douglas y Michael J. Fox o "Que suerte perra", la fallida comedia de Mel Brooks y ciertas licencias del cine y las telenovelas mexicanas, "Nosotros los Nobles", engancha de inmediato con la audiencia cuando logra interactuar entre las clases sociales, sin faltar el respeto de ninguna de ellas.

En términos de volumen de negocio para la industria del cine, México es considerada una plaza importante en cuanto a niveles de audiencia, detrás de Estados Unidos, India y China, con lo cual un éxito de taquilla como el de "Nosotros los Nobles" puede ser rentable para un modelo de negocio por encima de los paradigmas del cine mexicano.

Posiblemente la clave del éxito estará en la mano de quien encuentre un producto que provoque la ignición con el público. En las producciones locales, los mexicanos no han gozado de la mejor suerte. 

De acuerdo con lo publicado por el periodista de Forbes México, Rogelio Segoviano, a pesar de producir 65 filmes por año, las recaudaciones del 68% de estos no llegaron a obtener más de 200 mil dólares en la taquilla por película.

Para el director de "Nosotros los nobles", Gary Alazraki, la tarea no fue nada fácil. Con la historia planteada y el guión hecho, se dispuso a presentar su proyecto. La realidad es que nadie invertiría 1.4 millones de dólares para meterse en un proyecto, caso que nos hizo recordar la hazaña panameña de Abner Benaim con "Chance". 

Ahora, la legislación mexicana sobre cine le permite a la empresa privada aportar hasta un 10% del pago de su impuesto sobre la renta, ofreciendo un tope de hasta 20 millones de nuevos pesos mexicanos.

Conocido el incentivo, el creador se dispuso a hallar mecenas de su proyecto. Hecho el "trailer" y metido en su iPad, comenzó la venta de la idea para conseguir quién patrocine su sueño. Luego de un año, se hizo realidad, no sin antes haber participado junto a muchos proyectos cinematográficos, en la puja por este incentivo.

De acuerdo con el análisis, con las ocho semanas de filmación y un proceso de edición de 16 semanas, el siguiente paso era encontrar una distribuidora que además invirtiera cerca de 750 mil dólares en copias y gastos de marketing y publicidad.

Una vez estrenado el filme, y recuperando el dinero invertido en los gastos de publicidad y marketing, un 20% de la ganancia iría para la distribuidora. En relación la taquilla, los exhibidores tendrían una ganancia del 55% sobre la venta de los tiquetes. Con el 45% restante se pagan los gastos de inversión de marketing y publicidad y la ganancia se reparte en un 80 por ciento para los productores y el resto para la distribuidora.

Al final, la ópera prima de Gary Alazraki cumplió con su cometido: se robó el corazón de los mexicanos, negoció la posibilidad de hacer un "remake" para Estados Unidos, China e India, logró el margen de ganancia necesario para hacer una segunda parte y tiene altas posibilidades de convertirse en una serie de televisión tipo comedia de situaciones ("sitcom"). Sólo esperamos que pronto en Panamá se dé la oportunidad para disfrutar de este noble esfuerzo del cine mexicano, mientras llegan sus copias en "dvd", "blu ray" y "flixter".


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