miércoles, 13 de agosto de 2014

Un Paraíso Encontrado



Rainer Tuñón C.


El equipo de producción de “Paraíso Perdido”, drama de acción co-producido entre Francia, España, Bélgica y Estados Unidos, y protagonizado por Josh Hutcherson (“Los juegos del hambre”), el actor español Carlos Bardem y el ganador del Oscar Benicio del Toro, interpretando al fallecido capo colombiano de la droga Pablo Escobar Gaviria, tiene una gran película entre manos.

El filme, que se estrenará a partir del mes de noviembre de este año en mercados europeos y americanos, ha obtenido comentarios favorables desde la presentación de sus primeros avances, alabando la participación del actor puertorriqueño, ganador del premio de la Academia por “Tráfico”, de Steven Sodebergh y la dirección de Andrea Di Estefano, un actor de cine italiano que, con este proyecto, dirige su ópera prima.

El camino ganador de esta cinta, que en la actualidad se encuentra en su fase de post producción, se ha extendido, al punto que Radius-TWC, una importante distribuidora de cine independiente, con al aval de los hermanos Weinstein, cerró un acuerdo de dos millones de dólares, pagando a la casa francesa Pathé para adquirir los derechos del filme en Norteamérica, luego de ver una muestra de lo que será este proyecto, cuyo presupuesto rondaba los 25 millones de dólares.

Paraíso Perdido” cuenta con una trama inspirada en hechos reales en la cual se mueve una historia de amor entre la sobrina del rey de la droga y un joven estadounidense de vacaciones en Colombia.

Luis Pacheco, Gerente General de la casa productora Jaguar Films y Productor Ejecutivo de esta película, compartió con Portada algunas reflexiones sobre la experiencia de convertir a Panamá en la Medellín de los años ochenta, al tiempo que reconoció el extraordinario trabajo de más de tres mil panameños que acompañaron al equipo multinacional que hizo realidad este filme.

“Al finalizar esta ardua jornada de casi un año de gestión y tres meses de rodaje, la producción francesa, con los productores norteamericanos y españoles, se fueron de Panamá muy contentos con el trabajo realizado y con una gran película entre manos”, comentó Pacheco.

La experiencia de realizar en Panamá una obra de calidad internacional, y de esta magnitud, está posicionando al país como un punto emergente de locaciones para la industria del cine a nivel mundial.

“La importancia de ser país-locación es lograr que cada rincón del territorio se convierta en cualquier otro lugar del mundo en la pantalla grande. Eso da un gran atractivo a Panamá por su diversidad de paisajes: playa, montañas, cordilleras y calles, que pueden representar cualquier parte del planeta, y aún más importante para una producción, las cortas distancias que debemos recorrer entre una locación y otra, cambiando de ambientes dentro de la geografía local rápidamente, pero denotado en la película una multiplicidad de países”, explicó Pacheco a Portada.

En “Paraíso Perdido” - por ejemplo - Panamá recrea a Colombia en los años 80, siendo Bocas del Toro la costa colombiana; Chiriquí, las montañas de Medellín, y el Country Club de Cerro Azul, las haciendas en Antioquia.

El Gerente General de Jaguar Films destacó que desde hace varios años, han habido diferentes procesos para lograr posicionar a Panamá como un punto de locaciones en la región, atrayendo a las grandes producciones cinematografías internacionales, las cuales llegan a invertir en el país varios millones de dólares por cada producción.

“Hasta hace unos pocos años, este impulso se vio reforzado de manera relevante, y con gran fuerza, debido a la existencia de la Ley 16 del 27 de Abril de 2014 que modifica la Ley 36 de 2007. Ambos procesos de ley, tanto la del 2007 como la del 2012, impulsados desde sus inicios por la Asociación Cinematográfica de Panamá (ASOCINE) y consensuados con todo el gremio cinematográfico, han sido un nuevo punto de partida, con una base formal, lo que nos coloca en la línea de ser un importante centro de locaciones para atraer grandes producciones”, argumentó Pacheco.

En la actualidad, la Ley de Cine de Panamá genera un incentivo del 15% a producciones como “Paraíso Perdido”.

“En países como República Dominicana, el incentivo es del 25%; Puerto Rico ronda por el 40% y Colombia, un 40%, atrayendo millonarias producciones a los territorios. Con nuestra ley de cine, Panamá está ya formando parte del punto de locaciones internacionales, sin embargo, aún debemos mejorar para competir de manera contundente y atraer mas proyectos a nuestro país”, recalcó.

Los proyectos que han sido interesantes para Panamá, en relación a la inversión cinematográfica, han requerido de fondos que rondan entre los tres y doce millones de dólares, que impactan positivamente en la actividad económica a través de contrataciones en hoteles, restaurantes, fondas, arrendadoras de autos, entre múltiples proveedores de servicios que, unidos a la mano de obra que utiliza para cada producción (escenógrafos, carpinteros, diseñadores de vestuarios, equipo técnico y una gran cantidad de actores y extras), se convierten en profesionales que intervienen en una producción cinematográfica, lo que genera un  fuerte  beneficio económico  en pocos meses.

De igual manera, este impacto es representativo económicamente en los lugares escogidos, por gestionarse la producción para rodar cada película en esa zona.

“Afortunadamente, hoy surge la posibilidad de utilizar a Panamá como un nicho de locaciones, aunque reconocemos que nos falta mejorar los incentivos y generar más producciones panameñas que se vean internacionalmente y den la imagen a nuestro cine, para así promover la generación de una mano de obra más capacitada con la experiencia  que requieren los productores internacionales”, subraya Pacheco.

Pacheco, en calidad de Productor Ejecutivo de “Paraíso Perdido”, fue uno de los responsables en lograr que la película se hiciese en Panamá.

“La primera gestión era mostrar el país al director de la película, para lo cual recorrimos todos los rincones de Panamá buscando locaciones. Inicialmente el director vino a ver locaciones para rodar unas escenas por un par de semanas. Luego de todo el recorrido, logramos mostrarle locaciones suficientes para que hiciera toda su película. De esta manera logramos traer el rodaje completo que duró más de 3 meses, trabajando incluso con los 6 meses previos de preparación, pasando de un proyecto de dos semanas, a casi un año de trabajo e inversión en Panamá”, informó Pacheco.

En el rango técnico, se contrató al talento panameño, contando con más de 3 mil panameños contratados, entre ellos  técnicos en equipos de cámara, luces y maquinaria para filmación.

Paradise Lost” generó gastos por 7 millones de dólares en el país, de los cuales 5 millones de dólares fueron pagados a empresas y servicios de mano de obra local. Esta inversión en Panamá supuso una base importante para convencer a los productores de la cinta  a que la filmaran en su totalidad aquí, ya que  por medio de la Ley de Cine contarían con un beneficios de retorno del 15% sobre lo pagado a  empresas y talento panameño. Al final, el país se vio beneficiado por este magnífico esfuerzo”, compartió el Gerente de Jaguar Films.


También, hubo significativos aportes en el departamento de contratación de elenco que acompañara a Benicio del Toro y a Josh Hutcherson.

Se trata de una gran cantidad de actores secundarios y cientos extras para cada escena, bajo la dirección de la especialista Yiniva Cárdenas, que consiguió además músicos, cantantes, bailarines y asistentes de producción.

Para un trabajo como el de “Paraíso Perdido”, se contó con el apoyo de ebanistas carpinteros, escenógrafos personal de arte, utileros, maquillistas, peluqueros, armeros, y una infinidad de personas más en diversas áreas que necesitara la producción.


Yinoris Oporta, jefa de maquillaje nacional, asistente internacional y encargada de las contrataciones de peluquería nacional para la producción del filme, indicó que su labor consistió en transformar a los actores para que fueran personas de la época de los años 80, verificando que todos se encontraran dentro de los parámetros de la moda de esa década.

“Mi equipo estuvo conformado por 8 maquillistas y 6 peluqueros. Siempre trato de buscar un equipo agradable para trabajar, pues son largas horas de trabajo, pero al mismo tiempo sean profesionales y sigan las directrices de lo pedido”, comentó.

Oporta resalta que su jefa de maquillaje fue Thi Thanh Tu, una artista francesa del maquillaje extremadamente talentosa, conocida por su trabajo en la ganadora del Oscar “Medianoche en París”, de Woody Allen y “Los Soñadres”, de Bernardo Bertolucci.

“Ella tiene una hoja de trabajo impresionante y muchísimos años de experiencia en el tema.  Es maravilloso trabajar con jefes internacionales, pues este tipo de proyectos me dan la oportunidad de terminar de pulir mi trabajo con detalles que quizás antes no aplicaba. es maravilloso poder crear personajes, poder retroceder o adelantar el tiempo con la magia del maquillaje.”, agregó Oporta.

Por ello, al finalizar la jornada, queda la satisfacción de colaborar en una producción de primer nivel aunque siga importando que en Panamá se generen más producciones locales e internacionales que sirvan de fogueo continuo que nos generen una hoja de vida más completa para nuestros profesionales, lo que permita que al venir un proyecto internacional nuevo, Panamá cuente con este talento del patio, completamente capacitado y con la experiencia de cualquier otro profesional de la región.

El hecho de que Panamá se convirtiera en la Colombia de Pablo Escobar para “Paraíso Perdido” ha permitido ayudar a superar ciertos paradigmas de la industria. Esta característica da un magnífico atractivo por promover una diversidad de paisajes, cambiando de ambientes dentro del país, pero sin salir del territorio nacional.

Anteriormente vimos cómo en “Quantum Of Solace”, dirigida por Marc Foster, un efectivo Daniel Craig - interpretando a James Bond - se paseaba por la ciudad de Colón, utilizado como sitio de locación que recreaba a Haití, mientras disfrutaba de la belleza del Casco Viejo de la Ciudad de Panamá, logrando verse como si fuera Bolivia.

Esta particularidad escenográfica demuestra la riqueza de lugares que le ofrece Panamá a las grandes producciones.

“El país lo tiene todo para ser un importante centro de producciones cinematográficas, debemos enfocarnos en conseguirlo e ir en ese buen camino”, señala Pacheco.

Panamá es un paraíso, ahora encontrado por los productores de cine que llegan y sienten que están en el perfecto espacio para producir sus sueños y llevarlos al celuloide.

El camino: seguir en la dirección correcta. Mientras tanto, el talento local trabaja en las áreas de mejora del país como sitio de locaciones cinematográficas para seguir incentivando los puntos de la geografía de una manera más competitiva.






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