Rainer Tuñón
La prueba de fuego definitiva del cine panameño será el tributo a la
leyenda viviente del boxeo mundial: Roberto “Manos de Piedra” Durán.
El filme, escrito y dirigido por el venezolano Jonathan Jacubowicz (“Secuestro Express”), está lleno de retos qué compartir con la audiencia en todo el continente americano, pues se trata de recrear la vida, triunfos y reveses de uno de los púgiles más representativos del deporte mundial.
El filme, escrito y dirigido por el venezolano Jonathan Jacubowicz (“Secuestro Express”), está lleno de retos qué compartir con la audiencia en todo el continente americano, pues se trata de recrear la vida, triunfos y reveses de uno de los púgiles más representativos del deporte mundial.
El presupuesto, superior a los 18 millones de dólares, es uno de los más
altos que se han visto para realizar un filme latinoamericano y en especial en
la categoría de dramas deportivos.
Si bien es cierto, grandes títulos como “Toro Salvaje”, de Martin Scorsese;
“Rocky”, de John G. Avildsen; “The Fighter”, de David O. Russell o “Million
Dollar Baby”, de Clint Eastwood han sido catalogados como clásicos de todos los
tiempos, todos comparten la característica de ser películas financiadas con
presupuesto limitado. Asimismo, y en cuanto al cine latino, los ejemplos de “Arráncame la vida”, de Roberto Sneider
(85 millones de pesos) y “Crstiada”, de Dean Wright (110 millones de pesos), son los más cercanos a grandes producciones con
presupuestos muy superiores al promedio que se realiza en los países de habla
hispana en América.
El director venezolano explicó al diario panameño La Prensa que su filme “es un estudio
del alma panameña y por extensión del alma latina. Roberto Durán es un héroe
para nuestros pueblos. Una inspiración para los que tienen un sueño”.
De esta manera, la apuesta va por el lado del corazón mismo del
protagonista definitivo del proyecto, Roberto Durán, quien junto con familia,
ha puesto a órdenes de Jacubowicz, la gran responsabilidad de crear un trabajo
que perdure en el tiempo y en el corazón del cinéfilo que adora los títulos
sobre grandes guerreros y que además deje en alto el cine latinoamericano.
Una de esas cartas fuertes en la mano del realizador la compone el elenco
compuesto por Edgar Ramírez, competente actor venezolano que ya tiene un nombre
en Hollywood gracias a su trayectoria fílmica que incluye películas como
“Domino”, de Tony Scott, “Ira de titanes”, de Jonathan Liesbesman; “El
Consejero”, de Ridley Scott, “Zero Dark Thirty”, de Katherine Bigelow o “El
ultimátum de Bourne”, de Paul Greengrass, quien carga con el peso y la
responsabilidad de dar vida al aguerrido boxeador panameño.
La relación entre Durán y el veterano preparador Ray Arcel, así como las
míticas peleas con Sugar Ray Leonard tendrán su momento fulminante en el filme,
para ello, el director cuenta con gente del calibre de Robert De Niro, quien
participará como Arcel, así como con el cantante y actor estadounidense Usher, en los guantes de Leonard.
Además, comparten este elenco la veterana Ellen Barkin (“Ocean’s 13”),
quien ya ha trabajado en dos ocasiones anteriores con De Niro, y que en esta
ocasión será la esposa de Arcel, así como la bella Jurnee Smollett-Bell (“The Great
Debaters”, de Denzel Washington), encarnando a Juanita Lonard, la esposa del
campeón estadounidense que escenificó tres combates con “Manos de Piedra”
Durán.
Para ella, de acuerdo con sus mensajes a través de Twitter, “es un honor
unirme al elenco”. En cambio, Ramírez, remplazando a Gael García Bernal,
primera opción para dar vida en celuloide al campeón, la invitación a unirse al
proyecto ha significado un estímulo más en su carrera, pues lleva el peso del
protagónico y comparte con estrellas como De Niro, Barkin, John Turturro y
Rubén Blades, de quien guarda gratos recuerdos en el set de filmación.
“Lo que nunca me había pasado es prepararme con una canción interpretada
por el actor con quien me toca hacer la escena”, comentó el venezolano.
En cuanto a la producción misma del filme, Panamá se convirtió en la locación
natural, pues inicialmente se había considerado a Puerto Rico, viendo que por
costos de producción sería importante hacer el rodaje en la isla, sin embargo
el gobierno de Panamá abrió la posibilidad de que se desarrollara en la casa de
Durán su película, otorgando 2.8 millones a la productora, y entendiendo que
esta grabación aportaría millones de dólares a la economía del país, generando
más de 7 millones al fisco, unos 5 mil empleos directos y más de 20 mil empleos
indirectos fortaleciendo el nombre del país como capital para producir
películas de primer nivel.
Al final, una producción enteramente agradecida por el trabajo de miles de
panameños en estos días en que se hizo la película, colocó en su página de
Facebook el siguiente mensaje: “Luego de 53 días de rodaje, con la participación de más de 15 mil
extras panameños, en más de 80 lugares de la Capital, con mucho agradecimiento
a toda Panamá les podemos decir que finalmente lo logramos. Hands of Stone ya
no es un sueño”.
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